jueves, 2 de abril de 2015

Entre Zapata y La Paloma (III)

Y todo se da de una forma inimaginablemente  extraña: tecnología punta para estaciones de autobuses y gestiones administrativas para con hacienda (como la emisión de facturas electrónicas gratuitas), y por otra parte un subdesarrollo social, urbano, económico...
Creo que en realidad todo sucede como origen de una desigualdad establecida en e inamovible de la sociedad que hace inexorablemente que el país avance acompasado, sin ritmo ni armonía.
Todo esto fue lo que parecía desde fuera de México y ahora, desde dentro, parece muchísimo más claro.

Estas reflexiones me vienen forzosamente por todo lo que he visto hasta ahora. Me vienen, por ejemplo, cuando en el bus de la ruta al trabajo, entre la rotonda de Emiliano Zapata y la de La Paloma de la Paz, veo la pintada que reza: "Vivir para ser libres, o morir para dejar de ser esclavos".
Seguramente, su autor no tiene por qué estar queriendo reflejar nada de lo que yo estoy comentando, pero parece estar en sintonía con ello. Sea como fuere, no deja de ser cierta una premisa que nos ronda la cabeza y tenemos en boca a menudo: "qué trabajo le hace falta a este país".